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Fotografías: Miguel Ángel Romero
Avanzan los años, atrás quedan las luchas. En el presente el trabajo es una constante, y hay que afrontarlo con un cuerpo que siente el tiempo; la vista, la memoria y la escucha, todo finito. El fogón se enciende de nuevo, la radio suena, Victor, Asunción y Bárbara Mulcué, continúan sus quehaceres del campo en Inzá, departamento del Cauca.
Fotografías: Periferia
Alguna vez ellas albergaron en su lecho y calor campesinos que con su amor y fuerza de trabajo día a día araron la tierra, cuidaron gallinas, amaron la vida, soñaron con un mejor país en el campo; en el territorio digno de la libertad. Pero por diversas razones; la guerra, la desigualdad, el abandono del Estado, la marginalidad, hicieron que aquellas casas donde vivían quedaran atrás en el largo y azaroso camino de los campesinos en Colombia. El tiempo las fue convirtiendo en ruinas y con grietas profundas para el retorno, difíciles de curar para todos y todas.
Fotografías: Periferia
Juan Albañil, el edificio que levantaste,
con lo mucho que trabajaste,
está cerrado, está sellado,
es prohibido para ti, Juan Albañil.
Juan Albañil, hombre vecino.
Cuanto ha soñado con la llamada igualdad,
Juan Albañil. Pero dile a tus hijos
que en el cemento no hay porvenir. (Tite Curet Alonso)
Con un simple nylon y carnada viva tratan estos pescadores artesanales de buscar el sustento diario en el embalse de Miraflores, a 16 kilómetros por carretera destapada de Carolina del Príncipe al norte de Antioquia, que abastece la central hidroeléctrica de Troneras.
- Hoy está mucho más difícil que todos los días, no quieren picar y ni siquiera se ven -, nos dijeron.
Mucho rato después se despidieron de nosotros:
-La suerte de unos no es la suerte de todos, les deseamos que pesquen algo-.
Ellos probaron suerte luego de lanzar una y otra vez el nylon durante toda la mañana al embalse, y solo alcanzaron a pescar 3 pequeños animales. Cuando los vimos irse se les notaba lo cansados, desanimados y aburridos que estaban por la dura jornada bajo el sol y por lo poco que llevaban en sus manos.
Nosotros lo intentamos pero corrimos con peor suerte, ni uno picó el anzuelo.
Antes era de la tierra y el río de donde emanaban la vida, las relaciones y la posibilidad del encuentro, en cambio ahora solo pastos desiertos, ríos estancados podridos, peces muertos, laderas infértiles y la vida en silencio; todo en aras del “progreso”.
Fotografías: Periferia
Camilo no está muerto dijo la pequeña a su joven madre. ¿Por qué lo dices? - porque esos señores dijeron que Camilo está vivo -, respondió la niña señalando la peregrinación. Luego desprendió de la blusa de su madre la estampa de Camilo y la puso orgullosa en su pecho.
El milagro se podía ver a plena luz del día: cientos de jóvenes, ancianos, obreros, mujeres, niños y niñas, bajo el abrazador sol caminando a su encuentro con Camilo; a pesar de las amenazas, solo querían llegar a Patio Cemento y saludarlo... 50 años más tarde.
Camilo es un torrente; es fuerza, vigor, juventud, alegría; es revolución presente y futura.
Ya vamos llegando, nos dice Camilo; pero de pronto vestidos de negro sus asesinos aparecen, y detrás de ellos los cobardes, los que lo creían muerto; ellos tiemblan al verlo, temen a su amor eficaz; nunca se imaginaron verlo desafiante, 50 años después, frente a sus escudos para hacer de guerra.
Fotografías: Periferia
En la Comuna 8, una de las periferias de la ciudad de Medellín, están ubicados los barrios Llanaditas, Golondrinas, El Faro y El Pacífico; barrios en los que además de verse afectados por estar en el área del proyecto Jardín Circunvalar, 17.000 personas viven la problemática de carecer de agua potable. A falta del preciado líquido deben conformarse con acueductos improvisados por donde baja el agua de quebradas cercanas, o con recoger el agua lluvia para satisfacer sus necesidades básicas.
Fotografías: D-cierto C-diento es una plataforma de comunicación transmedial que busca visibilizar esta problemática. Para conocer más del proyecto ingresa a https://goo.gl/aOxn6G
Colombia es claramente un país multicultural y plurietnico. Desde cada territorio las comunidades afro construyen sus formas de vida en la cotidianidad. La alegría de los niños y niñas, los sabores de la comida, los bailes, los cantos marcando las tradiciones orales, los juegos de mesa en los corredores de las casas, cuando el sonido de los dados ronda mientras el sol se oculta tras los árboles milenarios de la selva. La historia de las comunidades afro en Colombia es la historia de la resistencia; inicialmente por la conquista de su libertad y ahora en la lucha por sus territorios.
Fotografías Federico Bonfante / Texto Periferia